jueves, 7 de octubre de 2010

Rocío

Rocío, pequeña traviesa
conoce tanto el movimiento
que atraviesa el corazón de quien se cruza
sin vacilar…
Es tan libre como el viento
cambia de opinión con la mañana
cada hora suya es un día
lleno de sol.
Y entre lunas
dibuja mil sonrisas
dando aire a tanto encierro
de palabras en exceso.
Es la princesa de un condado
donde juega escondidas
con soldados de papel.
Y en pompas de algodón
reina y brilla en su silencio,
no hace falta que nos diga
cuánto quiere a la vida,
prefiere un algo de lo incierto
a la nada de certezas.
Es un canto a la ternura
ríos de inquietudes
imprecisa como el cielo
tan cierta de amor.

Origen

Perla gestada en el fondo del mar
brillante, anhelada, preciada, buscada.
Un cofre de algas te guarda en silencio
un manto celeste se tiende en tu espera.
En un instante te haces poesía
y vuelas tan alto
que cuesta alcanzarte.
Un lecho de almejas
te cobija tan tierno
y miles de voces te aclaman
desde la costa, desde la vida.
Las olas te cuidan
y una ostra se hace vientre
en el crepúsculo del origen,
y un milagro se hace vida
entre peces de colores
mientras la luna te observa
perpleja y conmovida...
Sólo Dios sabe el misterio
en que dejas de ser poesía y te vuelves rocío,
que cae desde el cielo al alma mía.

Pasión

Pasión que todo lo buscas,
que todo lo anhelas
que todo lo abarcas,
en la revolución del abrazo
está mi realidad.
Muy dentro, me pertenece.
Y es tuyo el espacio que dejo,
iracunda forma del alma,
en que emerges con impronta asesina.
Arremetes contra el tiempo y espacio
que se afirman lentamente
en el crepúsculo de quien todo lo ha vivido.
Celestina de amor y locura
vehemente solitaria entre vivos
con desdén hacia mis pocas razones
irrumpes desde el fondo de todo,
y estallo en tu exceso de libertad.
Umbral entre la verdad y lo onírico.
Jactándome por ser yo la princesa
que renuncia al más tibio de los cuerpos,
regreso a bordo del tiempo,
que en la última hora se detiene despacio.
Y al bajar del vagón del ensueño,
dormida amanece sin alma, sin voz,
con tanto recuerdo...

Sombras

Una puerta que se abre
y una silueta que se asoma y se va.
Sólo queda una sombra
huérfana de imagen,
que danza entre fantasmas,
quién sabe a dónde su cuerpo huyó.
La sombra advierte su carencia
y manipula los cerrojos de infinitas puertas,
que llevan a un espacio anterior.
La sombra busca y busca
pero no encuentra
Aquella vieja imagen
Que atrapada estaba entre paredes y muñecas,
y ahora escapó.
La sombra se deshace en las mil y una noches,
y se transforma en un indefinido adiós.

Esperando ese domingo otra vez

Apariciones súbitas de un alma

que buscan aferrarse a la hora presente

y ahí todo lo dejan, todo lo pretenden.

En un laberinto de sentidos

se mezclan tus labios con mi piel

tu rostro es la imagen más pura que he visto.

Tus ojos me invitan a amarte

en su fugaz abrir y cerrarse…

mientras tu vuelo remonta mi espíritu

hasta la ensoñación.

Y te elevo al crepúsculo de mi intimidad

donde sólo yo me atrevo a llegar,

etéreo te vuelves muy dentro mío.

Jugando a tardarnos para no regresar más

olvidamos en la cuesta una parte de cada uno.

Ya sabrá el tiempo cómo hacer

para devolverme tu aroma a madrugada

y en un domingo cualquiera

mostrarme tu imagen otra vez.

viernes, 1 de octubre de 2010

Te vi

Te vi en el limbo de tus ideas
zozobrando uno que otro pasado,
me caí en tu verborrea
y en le laberinto de tus ganas.
Con el alma desnuda y un poco de esperanza,
dando un paso en el olvido y otro en mi nada,
desgarrándome tu indiferencia
maltrataste mi entrega sincera.
¿Dónde ha ido tu ternura?
¿Dónde abandonaste tu alma?
¿Es que sólo queda sombra en tu mirada,
y exceso de adiós en tu manera?
¿Cuánto tiempo más
pretendés que aguarde en tu espera?
¿No es acaso ocho vidas demasiado
para una misma lágrima?
Mi corazón está débil, ávido de amor
¡No más pérdida!
Abraza el riesgo de amarme
O deshabitame para siempre.
Tu existir es la certeza
más terrible que me pesa.
Descubrirte en el fantoche de tu vida
aliciente de lo inevitable.
Coexisto con tu imagen, esa que era mía,
la misma que se fue.
Y en el laberinto del destiempo
te desprendo de mí
y te veo desde el crepúsculo de la historia.
Estás ahí, quieto, como queriéndome amar.
Al rozarte mi mano
se deshace tu cuerpo, sopla el tiempo.
Te vas....
En la cárcel de tu propio sentido
se encierra el deseo que nunca vendrá.
Yo en mi alma, mi alma sin mí,
el aire es el mismo para ambos.
Y el mundo comienza donde dejas de existir,
en el preciso instante del momento fugaz.
Un mundo no alcanza para los dos

Sures

Con puñales de mentiras arriban y derriban,
Con fango en sus pisadas caminan sobre vos, sobre mí,
Levantando la bandera del coraje, avasallan el ideal del valor,
No conocen tus dolores ni los míos, pero juegan a entender tu corazón

No pretendas que te miren a los ojos,
que te hablen con la frente hacia el sol.
Son marines de la flota del la muerte,
son cantantes de la orquesta del poder.
A la luna le vedaron una cara,
a los sures condenaron al horror
En tus manos y en las mías hay tanto barro,
que se puede hacer un nuevo mundo, para todos ... sin rencor

Entre cuerpos de vástagos ancianos yace un dios, tu dios, mi dios.
Lo mataron y no hay pascua que reviva
la canción de mil niños en su cruz
Anochece en la orilla de este mapa, se oscurece tu mirada y la mía.
Un ocaso anunciado y preventivo
que adormece hasta el alma del sol
Y en el ultimo dibujo del planeta, con colores de tostado caramel
Se vislumbra la sonrisa fría y perversa del marino capitán coronel.

Abracemos la causa del delirio, la locura y el amor
que esta latiendo en las entrañas de esta tierra
un minúsculo y ferviente corazón
No te quedes en la orilla de la vida,
hay abismos que prefiero a una muerte
una muerte de silencio y quietud
En un vuelo de palomas siempre hay una
que se pierde por encontrar el sol.

En tus manos y en las mías hay tanto barro,
que se puede hacer un nuevo mundo para todos, sin rencor...

Serte

Serte

Quiero ser  la luz que te encandila
en el fondo del día y del tiempo.
Quiero ser inquietud
en el letargo posible
y sosiego en tu mirada.
Quiero ser el agudo entre tus graves,
azul, violáceo y tranquilo.
Quiero ser la risa que te inspira,
que te quiebra, que te sana.
Quiero abrazar el fuego que te quema
y calmar el ardor en tu garganta,
que al pronunciar lo impronunciable
puedas saciarte con  mi agua.
Quiero ser el exceso entre tus límites
y el punto y coma en tus palabras,
quiero ser el aire
por el que se enreda tu alma
cuando tu cuerpo se deshace de ganas.
Quiero ser la luna
que admira tus ojos
en esta noche callada.
Quiero ser la gracia que te motiva
y el cosmos que te obnubila,
quiero ser el afán de tu búsqueda
inacabable razón con que te amarra.
Quiero ahí mismo ser desvarío
que te libera en el caos
y te salva.
Quiero ser, ser, ser.

Quiero serte. 

Mujer

De ella nació el mundo,

Forjándose el hijo del sol,

Cabrían mil almas dentro de la suya,

Adoro las mariposas que vuelan en su mirada enamorada.




Son grandes sus ojos que miran atentos

El trigo que crece dorado en su piel,

Cantándole al viento, satura su espíritu

Y atrapa la luna con su corazón.




Le pide que brille para todos sus hijos,

Y en su lucha diaria espera estoica,

La llegada de la paloma que promete paz


Da vueltas la vida, y en su carrusel de tiempo

La gira y la gira...


Sus manos aprietan valor y cansancio

Su frente en alto, sus pies en el barro,

Caminan despacio, atrás, siempre atrás


No temas, susurra, y en la oscuridad su abrazo,

La luz de su abrazo!


A veces parece su sombra dejarla,

habitando el dolor de un amor que se aleja

Y todos los astros dándole la espalda

Penumbra asesina de sueños y encanto.


Sin duda está hecha de fuego y agua su alma,

Quema cuando ama, y corre hacia el mar, entre lágrimas,

Cuando se apaga...


La historia la esconde entre hojas caídas

Inspiradora, testigo, culpable y víctima

ingratos que la aplauden con la misma mano que la tachan,

son tantos los sueños que aún duermen despiertos

buscando ser hechos de tiempo y espacio.


Sor Juana aún grita hombres necios!

Magdalena llora tendida en el sepulcro

María serena lleva a sus hijos a la cruz

Y ningún ángel explica porqué.


En cada mujer late el universo

Y es por eso que resiste después del después.

Ganas

Hoy tengo ganas de poesía,
que abraza mis horas más solas,
insinuando la cofradía de sentidos.
Al no atreverme a llamarlos
inmortaliza mi entrega interior,
en que reconcilio mi alma con el mundo.
Y el desgarro se vuelve herida que cierra
forjando mi síntesis más perfecta.
Amalgamando lo pretérito y lo futuro,
lo eterno y lo finito,
mi espíritu y mi cuerpo,
me disuelvo en partículas de aire,
que flotan por tu universo más pronto
queriendo abarcarte completo.
Es sublime el momento en que te tengo
amarrado a mis deseos.
Extraña forma toma el tiempo
en la hora baja y oscura,
tímido se desnuda e inquieta
y fallece ante los ojos más puros.
En el aire aún se esparcen suaves
los restos de tu cuerpo y el mío,
y en un absoluto silencio
se elevan serenos al cielo,
como ángeles que regresan celosos
del don vedado para ellos.
Creer no es más que un anhelo
del alma ajena al cuerpo,
ser tierra es ser poesía,
abrazarte es ser universo.

muerte, vida

Es esto una muerte tuya, no mía
Mueres dentro mío, tan tierno, y te vuelves tan frío
Tus ojos en blanco migran al  cielo,
mientras yo me vuelvo más viva
en el calor de tu amor fugaz.
Es pronto el adiós de tu cuerpo.
Se cree que el después entristece, pero yo más viva, más mujer, me despido con un a sonrisa,
y dejo al hombre que me deja
amando lo íntimo.

yo

Enamorarme de mi misma,
Llenar de flores mi casa
La luna en mi ventana
Canta
Miro el azul pudiente del cielo
Que me cubre
Me tiendo en la casuística del tiempo
Soy, existo, me siento.

Delirios de una noche callada

Dicotomía entre la gobernación del mundo
Y lo diminuto de la propia existencia
El sueño rozando la luna
Mientras recuerdo la quietud de tus manos,
Eterno pensamiento que se extiende sobre el tiempo,
Inquebrantable muro,
Ante el que cae la mirada sometida.
Amo lo que no llega…
Y la espera estoica de un corazón único,
Irrepetible.
Abrazo la causa del mundo
Confundida con mi propia causa.
La mano que mece al universo
Abandona mi alma,
Y ese destino gastado en el papel,
Que aún esta en blanco.
Se presenta el alma de alguien
La esquivo por miedo al laberinto de las ganas
Tiembla mi cuerpo ante un hombre
Y no me atrevo a tocarlo.
Soy trigo seco.
Milagros de amor para otros,
Me quedo en la sombra del tiempo
Dolor, si todo lo sabes,
¡Entiende que ya no te quiero!
Amárrate a cualquier otro espíritu,
Que el mío, revoltoso ya,
Se levanta contra tu imperio absoluto.
La hora feliz me llama,
Y quiero aceptar esta vez…sin reparos.
Me aturde el silencio de aquel que amé,
Tal vez porque aún lo amo.
Redimirme de su condena al olvido,
Consigna que reescribo constante.
Quiero morir en esta noche callada.
Es necesario.

Existires

Existo en la ubicación de mis sentidos
en el amanecer
en el regreso al vientre
en los acordes de tu guitarra.
Sueno, vibro
soy música, silencio
me expando en la onda que dispara tu voz
me encuentro en cada partícula de aire.
Te encuentro
te respiro
chocamos,
energía que emerge de tu cuerpo y el mío
en la evolución de las horas.
La luz se enciende
en el crepúsculo del día.
Crecemos como gigantes.
Tocamos la luna que se va.
Vibramos.
Exploto.
Y etéreos se vuelven
cayendo los cuerpos

Entonces somos viento…