El Desocupado

Lo válido es sentir la lucha,
Que la vida es vida
Cuando uno tira,
Que no se afloja la cuerda
Si no es grande la curda!
Salir al ruedo todo un día
Volver a casa con la ilusión partí’a
Creer en santos, velas y dioses
Pa’ que un laburo de arriba te manden.
Virar las hojas de aquel clasificado
Buscando entre letras una que otra meta,
Pa’ llegar al fin sin siquiera
Una moneda escueta.
Es así el camino del guapo
Áspero pa’ andar descalzo,
Demasiado blando pa’ andar de botas.
Quien no crea en estas líneas rezadas
Que asome un día la nariz a mi ruedo,
Que voltée y observe con cuidado,
No vaya a ser que por un mal de ojo
Se contagie del desocupado!

Agradecimiento

Agradezco tanto estar viva
porque cuando siento el viento en mi cara
percibo que hay algo más allá de todo esto.
Mas allá de cada día,
incluso más allá de la vida…

Mariposa

Me voy... me voy por el aire
como mariposa furiosa
que conoce la espera en el fondo del día
de un tiempo roto.
Y voy cayendo de a poco
en los brazos de una luna
que huele a soledad.
Mi sangre se hace río
que baña el ocaso
de esta tierra árida
huérfana de Dios.
En esta muerte de las horas lentas
satura el eco quebrado de mi voz
y como loco tiembla mi espíritu,
harto de dolor.

No me quedo

Mas no voy a quedarme
en el espacio de tus ganas
prefiero morir hecha de tiempo
forjando en el umbral de mis sueños
los hijos que no vinieron hoy.
Y en mi vientre la negra soledad
aferrada como el paso a mi andar.
Contando lunas para ya no estar
No ser… no más.
Me cuelgo del viento
y me voy hacia el sol
buscando ser aire.
Detrás dejo mi sombra
recostada en tu recuerdo
revuelta en nostalgia, de esas que matan.
Y muero en el crepúsculo de la luz.
Es necesario.

Dónde

A dónde van tantos amores
a dónde van esas promesas
que hicieron un mundo para dos.
Y ese encuentro en la mirada
que es inmortal.
A dónde va la palabra quebradiza
que antes fue certeza
y tus besos dónde van.
A dónde va el tiempo que nos dimos
y la forma que tomamos
cuando éramos vos y yo.
A dónde va el sentido
que un a vez tuvo el sol
en tus ojos…
Y si por amor nos movemos
dónde nos lleva esta quietud.
A dónde va la vida que no hicimos
qué camino toma el viento,
y mi sueño que era el tuyo,
sin nosotros , a dónde va.

El no camino

Después de todo es lo único que tenemos, el hoy,
y nuestra propia presencia,
que a veces se llena de otras,
pero sigue siendo la misma,
Plena de ausencias…
Si busco el camino
encuentro que no existe
que sólo hay pasos,
y cuando más me cuesta respirar
es cuando más adoro la falta de curso del río,
porque entonces descubro
que soy la que se va haciendo de a poco,
en cada suspiro, agitado, forzado.
Y en el liviano también…
Un reparo de aire
es un paréntesis de existencia
que envuelve mis horas más inciertas.
Desconozco si ando por donde debo andar,
sólo ando, porque amo ese andar.
Y si me pierdo
no es perderme, sino tomar conciencia de
la ausencia de senda por dónde ir.
Es así que acepto la inercia,
y  me entrego al viento.
Dueña de mi propio ser y de su rumbo
decido macharme
hacia el centro del universo
donde late el pulso de esta humanidad,
tan cierta de drama
tan llena de ganas.
Y me quedo en silencio
contemplando todo lo que pudo, podría y puede ser.