viernes, 1 de octubre de 2010

muerte, vida

Es esto una muerte tuya, no mía
Mueres dentro mío, tan tierno, y te vuelves tan frío
Tus ojos en blanco migran al  cielo,
mientras yo me vuelvo más viva
en el calor de tu amor fugaz.
Es pronto el adiós de tu cuerpo.
Se cree que el después entristece, pero yo más viva, más mujer, me despido con un a sonrisa,
y dejo al hombre que me deja
amando lo íntimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario