La vida, amalgama de lugares
intransitados
por donde sólo el tiempo corre a favor.
Hay mil caras gastadas en el
viento
que no conocen la sonrisa
libre,
ni la ventura de un magnate dios.
Sobran hojas de esta historia
escrita,
faltan voces,
bocas laceradas,
ojos mutilados por martillos
de poder,
pies cansados
con barro del cielo,
que andan errantes
buscando su sombra
en un tiempo sin tiempo...
Yacen en el fondo de las
horas
cuerpos sobrevivientes,
sin derecho al derecho,
sin alma ni voz.
A ellos les canto en esta
noche huérfana.
A ellos les pido que alcen su
honor,
que resistan conmigo el
silencio importado,
la belleza resiste al gran
locutor.
Cuántas flores murieron
púberes
Cuántos colores perdimos
¡Cuántos hijos del dolor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario