sábado, 4 de octubre de 2014

Anarquía Íntima

Anarquía íntima,
cae el sistema de esperanza.
Destino, ¿dónde estás?
Viaja el recuerdo de su rostro hasta perderse.
Y yo no lo pude amar.
Por un  momento una se hace dueña de la incertidumbre,
porque de algo precisa adueñarse ante tanta fuga,
amarrando la certeza del puro existir.
De pronto quiebra el tiempo, el espacio y mi alma.
Ésta, ahora, ¿dónde va?
¿Qué refugio le aguarda?
¿A qué viento ha de treparse para no perecer?
Amalgama de instantes contrapuestos, fugaces,
 inaprensibles, pres fácil solo para la memoria del amante.
Amo el proceso de amar, y así construyo un puente
donde no hay nada que cruzar.
Sola, fría, enajenada del universo,
veo mi pequeña huella zozobrar.
Otra vez… ¿dónde va?
Al camino que se inventa,
alguien se empeña en borrar.
Y en ese espacio sin espacio para mi brevedad,
he de amarrarme al tiempo.
En un susurro del viento escucho la pregunta de cada noche:

Y mi amado, ¿habrá, mañana, de llegar?

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