lunes, 8 de octubre de 2012

Ese llanto





Cómo  sacar el dolor del centro de la garganta
del llanto encerrado.
Liberarlo
y seguir.
Me atraviesa toda, me espanta.
Quiero gritar y no puedo.
Quiero llorar y ya no puedo.
Quiero descansar por fin.
Quiero estar en paz.
Esa paz que te hace sentir que cada minuto está ahí bien puesto,
que una vive porque sólo tiene tiempo para vivir.
Y sobran las ganas de tocarlo todo
de tocar la vida, de ir hasta el fondo.
Sin medir el retorno.
Cómo empujar a la vida a que te obligue
a que te diga por dónde andar
con esta quietud que desespera.
Tan falta de paz,
tan llena de tiempo.
Cómo decirle al mundo que pare
que no avance sin mí,
que estoy acá, que lo necesito.
Cómo abrir el paso entre muros
que yo misma forjé
que yo misma he amado.
Acaso nadie oye mi auxilio
acaso nadie sospecha mi llanto.
Está atrapado. Asfixia.
Debo soltarlo.
Y largarme con él.
Deseo estar lejos,
bien lejos de todo,
de todos, de nadie.
Necesito ser ceros, cuenta nueva,
comienzo.
Duele el último tramo.
Me quiero de vuelta, a mí misma,
A mí toda, a mí sola, a mí.
Me extraño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario